Era domingo, ayer pasé un día genial en el bar de Lippa con lo del concierto, y pude relacionarme un poco más con los que, al fin y al cabo, iban a ser como una familia mientras yo estubiera en el IES Pepito ( mas bien en Bachillerato).
Al igual que el fin de semana pasado, decidí irme a la playa para pensar un poco. Después de todo, yo seguía recordando y extrañando a mi antigua familia a la que quería tanto. Sobre todo extrañaba a mi pequeña y risueña hermanita y los momentos alegres que pasábamos en el jardín de mi antigua casa.
Pero por suerte había encontrado este sitio donde me ayudarían (puede que sin saberlo) a aguantar la pena que conyevaba abandonar a la familia, la casa, la vida que tanto me gustaba.
La playa,desde mi punto de vista, era el mejor sitio del mundo. Era un lugar donde poder pasar un día precioso y tranquilo (o un día alborotado con los amigos, según los gustos ) .
Éste era otro día más en mi nuevo hogar, que cada día me gustaba más. Pensé que podría quedarme hasta que se pusiera el sol, y así poder ver el , siempre fascinante, atardecer.
Realmente, la playa tiene algo que me fascina, no sé qué es, puede que el viento cuando roza la piel de la cara y del cuerpo mientras el sol brilla en el cielo. Es, sencillamente, uno de los mejores momentos que te puede ofrecer la vida.
Al igual que el fin de semana pasado, decidí irme a la playa para pensar un poco. Después de todo, yo seguía recordando y extrañando a mi antigua familia a la que quería tanto. Sobre todo extrañaba a mi pequeña y risueña hermanita y los momentos alegres que pasábamos en el jardín de mi antigua casa.
Pero por suerte había encontrado este sitio donde me ayudarían (puede que sin saberlo) a aguantar la pena que conyevaba abandonar a la familia, la casa, la vida que tanto me gustaba.
La playa,desde mi punto de vista, era el mejor sitio del mundo. Era un lugar donde poder pasar un día precioso y tranquilo (o un día alborotado con los amigos, según los gustos ) .
Éste era otro día más en mi nuevo hogar, que cada día me gustaba más. Pensé que podría quedarme hasta que se pusiera el sol, y así poder ver el , siempre fascinante, atardecer.
Realmente, la playa tiene algo que me fascina, no sé qué es, puede que el viento cuando roza la piel de la cara y del cuerpo mientras el sol brilla en el cielo. Es, sencillamente, uno de los mejores momentos que te puede ofrecer la vida.