conversion...

off: claro... yo agonizando, medio moribundo,, y resulta que te ponia mas l otro marco... esque, no se, creo que me olvide de lo de la arrogncia, sera cosa de los dientes ¬¬
por cierto, me gusta la nueva musica

on: No se cuanto tiempo llevaba allí. Semanas, quizás meses? No era capaz de poner ninguna idea en orden, o sabía quien era, dónde estaba o porque me estaba pasando esto. Solo sentía ese terrible dolor por todo el cuerpo. Sentía arder todo mi interior, parecí que mi cuerpo estuviera cambiando. Lo que en algún momento había sido mi estóomago, ahora era una bola ardiente. Mi garganta se secaba por momentos, pidiendo algo, pero yo no sabía qué. Pero mi cabeza se estba llevando la peor parte, parecía que tuviera toda la sangre del cuerpo concentrada alli. El cerebro me ardía y con cada latido del corazón parecía que la cabeza me iba a estallar... Unos latidos irregulares, y cada vez más escasos, tenía miedo del momento en el que cesarían.

Pero ese momento llegó de forma inesperada. Los golpes en mis sienes empezaron a acelerar de forma descontrolada, me retorcí de dolor, solo deseaba que todo esto acabara ya, quería morir...

... y de repante todo paró, incluído mi corazón. Había muerto por fin.

off: Romeo y Julieta. Una obra de arte del siglo XVII. Este Shakespeare era un crack!
ya cambie la foto para ti

on: Calma. Se había acabado el dolor, al igual que los latidos de mi corazón, que se había detenido. Todavía sin abrir los ojos, exploré la habitación a través de mis oídos, y en vez del habitual silencio, conseguí escuchar desde el viento fuera de la casa, los pasos de un pequeño animal, al parecer persiguiendo a un insecto, muy lejos también sentía el jaleo de los coches... y cerca, en la misma habitación, nada. Entonces exploré mi olfato, y mi nariz se llenó enseguida del aroma de Lippa, aún más concentrado y provocador de lo normal, distinguía el olor de sus cabellos, de su ropa, y lo que me pareció su garganta. Ese último fue el olor que me hizo abrir los ojos, la echaba de menos, había pasado demasiado tiempo sin tocarla...
Era increíble cómo había mejorado mi vista, a pesar de que la habitación estaba totalmente a oscuras, conseguí ver todo. Desde mi posición sólo veía el ventanal del salón, y el paisaje fuera, pero suponía que Lippa estaba cerca.
Un nuevo sentimiento me invadió, era pena, desgracia, culpabilidad... pero no mía,[fruncí el ceño] si no de... mi vampirita favorita? Cómo es que podía sentir lo que ella? y por que ella se sentía tan mal?

Oí un suspiro de tristeza, que me ayudó a localizarla. Sonreí para mis adentros, y con un rápido movimiento, más de lo que yo estaba acostumbrado, me coloqué encima de ella y sujeté sus brazos encima de su cabeza. La observé con mis nuevos ojos, y aun estaba más bonita que antes... pero sus ojos sólo reflejaban tristeza.

-Por qué?
-Lo siento Marco de verdad que no quería hacerlo, fui una estúpida, después de tantos años y lo he vuelto a ...
-Shh! Pero que estás diciendo? - detuve sus apresuradas palabras que salían atropelladas de su boca, al parecer ella pensaba que le preguntaba la razón de que yo fuera ahora un vampiro.
-Oh, Marco, por mi culpa ahora eres un monstruo...
-SHH!! Monstruo? Bueno, si de verdad piensas eso...- le dediqué una de esas sonrisas que sabía que tanto le gustaban.- Es por eso por lo que te estás auto-atormentando? - no podía aguantar más, su olor me estaba volviendo loco, la necesitaba desesperadamente, la había echado tanto de menos...
-Lo siento...- empezó a revolverse, intentando librarse de mi, pero yo estaba descubriendo mi nueva fuerza de neofito, no quería que la viese llorar. Estaba realmente desaliñada, sus cabellos sin peinar, alborotados, y sin maquillaje... estaba realmente preciosa... y mientras me esquivaba la mirada, descubrí una lágrima resbalando por su mejilla. - Marc...
Sellé sus labios con un beso dulce. Mis nuevos sentidos hacían todo esto nuevo para mi, y era tan increíble. No quería que se sintiera tan mal, no quería que pensara eso.
Me separé de ella y le sonreí, ella me miraba a los ojos, extrañada, y la volví a besar profundamente. Solté mis manos de las suyas y la abracé...

off: que romantica eres cuando quierees! jajajajaj!

on:
-Oops.. perdona! - le dediqué una sonrisa de culpabilidad, enseñando todos mis dientes, mientras aflojaba un poco el agarre. - Creo que debería aprender a controlar mi f...
Mi vampirita me besó apasionadamente, quemándome con su pasión. Sentí sus colmillos alargarse contra mi boca, lo que enseguida provocó el crecimiento de los míos también. Estaba encima de mi personita favorita, en una casa solitaria, y con su sangre corriendo [o no] por mis venas... que condición tan excelente!
Como no estaba seguro de la fuerza que podía utilizar o no, decidí dejarla actuar a ella, y agarrándola por la cintura me volteé para ponerla encima mía, pero no calculé que la cama fuera tan pequeña, y caí de espaldas al suelo... La caída se me hizo eterna, el tiempo parecía pasar más despacio mientras yo me preparaba par un buen golpe... que no llegó, no me dolió ni un poco caerme al suelo, con Lippa encima, todavía besándonos. Esto de ser un "monstruo" como ella decía estaba empezando a gustarme de veras...
cuando por fin cesó el beso [no es que no me gustara...] la ví acalorada, con los ojos rojos...
- Explícame qué es lo que te ha pasado. - Le exigí, con la respiración también acelerada.
- Tuus.. colmillos. Es que.. - intentó explicar cómo avergonzada, con color en sus mejillas. Parecí que hacia semanas que no se sentía así.
- Si yo sólo lo preguntaba para volver a hacerlo en otra ocasión... - y le volví a sonreír.
Ella volvió a besarme, ahora sentada a horacajadas encima mía...

off: no quedabamos en que era proVocar? ajjaj ... sisisi.. Extraño que no se choquen...

on:
Me encantaba su sonrisa juguetona, de medio lado, y dejando ver sus colmillos. Cuando la vi, supe que se había olvidado de la estupidez esa de pedirme perdón, y quería jugar...
Le saqué la ropa dulcemente, disfrutando de cada roce, de cada movimiento, explorando mis nuevos sentidos... el sonido de la blusa al deslizarse por su espalda, el tacto de su pálida piel, tan suave, tan...
No pude evitar besar su abdomen. Hice un lento camino desde su ombligo hasta su clavícula (evité el cuello, aún no estaba preparado), deteniéndome en el sujetador de encaje negro que llevaba... pronto se convertiría en un obstáculo, pero en estos momentos me encantaba.
Me despojé impacientemente de mi camiseta (tanto que la rasgué), y sentí enseguida en mi torso cada movimiento del aire, cada respiración de Lippa...
Volvió a sonreírme. Las cosas cambiaban tanto siendo un vampiro...
Estábamos los dos semidesnudos, tirados en el suelo de su habitación, y con mucho tiempo por delante...
-Sabes... es hora de que experimentes como nos sentimos los vampiros cuando no tenemos mas cosas que hacer cuando tenemos a sus parejas de este modo....- Me dijo mientras se desabrochaba provocadoramente el botón del pantalón. Me estaba volviendo loco... debería explicarle (en otro momento) la habilidad que creía haber ganado con mi transformación (empatía), era eso normal? Alrededor de ella sentía una nube de placer que me golpeaba, sumándose al mío.
Estaba haciendo todo a una velocidad realmente desesperante, desabrochaba el segundo botón, se bajaba la cortísima cremallera del pantalón tan lentamente como le era posible... y consiguió lo que quería: me exasperé.
Con un brusco movimiento me coloqué encima de ella y le saqué los pantalones, esta vez sin romper nada. Estaba mejorando.
La besé bruscamente, apoyando los brazos en el suelo, a los lados de su cabeza y ella rodeó mi cuello con sus brazos, al igual que rodeó mi cadera son sus piernas.
Estaba a punto de perder el control, ysabía que eso no sería nada bueno. Sentía una horrible presión en los pantalones, y cada lugar del cuerpo que mantenía contacto con Lippa me ardía. Sus colmillos, su cuerpo, sus besos, ella… estaban haciéndome perder la cabeza... y ella, encantada, lo sabía.
Realmente me estaba demostrando lo bien que se sabían divertir los vampiros.
Me empujó para quedar encima de mí de nuevo y me sacó los pantalones de un solo tirón.
Besó mi pecho, mis pectorales, mis abdominales, con besos dulces y fríos a la vez que calientes… todo se sentía tan increíble, tan nuevo, tan…
Besó mi cuello y lamió el lugar donde antes habría estado mi pulso, eso me hizo perder la cabeza.
Sin que me diera cuenta, una sensación distinta a la que había sentido nunca, ansiosa, me hacía arder la garganta, yo quería algo más, pero no sabía qué.
La sujeté por la cintura, quería sentir el tacto de su piel, pero también necesitaba tener algo a lo que sujetarme, porque veía próximo el momento en el que perdería el control…