Conciertoo del sabadoooO!!!!

Entré después de que Lippa llebara un tiempo en el bar.
-No quiero que me vean entrar con un licántropo- me había dicho.
No me agradó el comentario, pero no estaba para batallas. Tras esperar un rato, vi a un numeroso grupo acercarse. Varios de ellos me reconocieron y me saludaron calurosamente. Entré con ellos y busqué a Lippa con la mirada. Esperaba encontrarla con alguna "presa", pero en cambio, la encontré con Marco, el chico del jardín. Estaban abrazados, los dos sonreían a espaldas del otro. Para Lippa, aquel chico, parecía algo más que una víctima. El resto de chicos todavía no los había visto, por lo que intenté desviar su atención.
- ¿Vamos pidiendo algo de beber?- intenté distraerles.
Estaban viviendo un momento bastante... íntimo. No quería cortarles el rollo. Pero mi estrategia llegó tarde, uno de los chicos ya los había visto y se acercaba a ellos. Suspiré. Me uní al grupo y me fijé en la mirada de Lippa. Sí, definitivamente les habíamos cortado el rollo. Quedé sentada a su lado y nuestras miradas se cruzaron. Le sonreí, resignada. "Intenté llevármelos, lo siento" pensé para ella. Debió escucharlo pues al instante obtuve respuesta a modo de sonrisa. Todos hablaban a gritos, pues era la única forma de poder escucharnos. Al menos ellos, sus voces llegaban a mis oídos de todas formas.
No tardó en llegar un camarero a nuestra mesa. Todos pedían algún coctail o algo por el estilo, mi petición iba a llamar la atención.
- Una Guinness, por favor- dije por fin.
Las bromas no se hicieron esperar:
-Borracha irlandesa!!- se burló alguien, manteniendo el alto volumen de la voz.
-Sois todos unos pijitos- contaatequé yo entre risas.

Me lo pasaría bien esta noche.

Vaya... bailar... de todo lo que se le podía ocurrir a Lippa tenía que ser bailar. Me quedé sentada, sin la más mínima intención de monerme. Por fortuna, no fui la única, pero me quedé sola con dos vampiros. Los miré detenida mente, y mi gesto no pasó inadvertido.
- Qué valiente eres -me dijo riendo las chica que se habían quedado conmigo. Yo enarqué una ceja en señal de desconcierto-. Por venir aquí con tantos vampiros.
La verad es que su comentario no me había molestado, y tampoco parecía aquella su intención. Parecía simpática. Nelly, se llamaba.
- Bueno... la verad es que sólo hay dos clases de vampiros que me molestan- confesé-: los que se creen superiores al resto del mundo, y Lippa.
El tercero, que pasó fugaz y discretamente por mi mente, era Jules, al cual no tenía intención de mencionar.
-¿Por qué Lippa?- me preguntó el chico, Alex Dobson.
-Precisamente por entrar en el primer grupo.
- ¿Lippa?!- exclamó sorpredida Nelly- Pero si es muy simpática y cercana.
La miré, elocuente.
- No lo es conmigo, o eso es lo que me ha dado a entender.
- Y si no te cae bien...- comenzó de nuevo ella- ¿por qué has intentado no cortarles el rollo? Todos lo hemos notado, por lo menos nosotros dos.
- Porque...- cavilé un rato antes de contestar- yo... pude ver en su rostro, en su forma de sonreir, que Marco es alguien especial para ella, no lo ve como a los demás. Y... yo no soy nadie para interponerme entre algo así... -tenía la mirada perdida, y los ojos de los vampiros clavadas en mi- NADIE debería interrumpir un momento tan especial, sea quien sea quien lo está viviendo. Por eso lo hice, porque sé lo que se siente.
Todos me miraban, perplejos.
- Vaya...- gesticuló por fin Alex- Para ser un licántropo eres bastante considerada.
Lo miré escéntrica. "Sí, tenemos sentimientos" pensé, esperando que todos me escucharan. Ambos se rieron, pero no de mí, si no de la situación.

-Bueno...- corté por fin el silencio- Contadme algo sobre vosotros, os toca.

Lippa se quedo mirada sorprendida como yo le habia dicho eso tan brusco. Me habia pasado. Miro para abajo... algo apenada.
-Que es lo que no puedes llegar a entender Marco...No puedes entender que si bebo un poco de ti me convertire en el verdadero mounstruo que soy? No te daras cuenta de que soy un vampiro, y que con tu sangre no me controlo? No puedes entender que sufro muchisimo cuando abrazo, cuando me besas, cuando estamos juntos. Cuando quieres jugar y yo teg que parar el juego por que no puedo concentrarme en no comerte. Por que digo yo! Por QUE NO LO ENTIENDES!?- Me quede sorprendido, pero creo que todavia necestaba decr mas.

ola que tal soi flora respondi al amable alan

Mantenía una interesante conversación con los vampiros, descubriendo mucho de ellos. Por fin mi antiguo yo volvía a despertar. Mi odio... o rencor hacia los vampiros cada día es menor. Pues yo nunca los he odiado más de lo que es natural. Pero la todavía reciente traición de Jules nublaba mi vista, impidiéndome ser yo misma. Volvía a sonreir, después de todo, este sitio lograba arrancarme una sincera sonrisa.

Lippa volvía a sentarse con nosotros. No se le veía bien, por mucho que intentara aparentar lo contrario. Había pedido algo fuerte... estaba claro que necesitaba nublar su mente para no pensar.

La noche seguía y todos hablábamos alégremente. Pronto el concierto comenzó, y yo no tardé en quedarme afónica. Al acabar la noche apenas podría emitir el menor sonido.