Off: Este tema lo abrí para escribir como si fuera Jules. Así que olvidaros de Aldara e imaginaos a esta chico:
Guapiño verdad? xD
On: Sangre nueva corre por mis venas, que hace milenios que no tenían un corazón vivo que las alimente. Pero yo, al contrario que mi cuerpo, no estoy saciado. Ninguna de la sangre que robo ahora me parece buena. Ninguna merece compararse con la sangre que me inundó una vez.
La amarga sombre de la desilusión me quema por dentro. Siempre que rodeo con mis brazos el cuerpo de una mujer, el recuerdo de aquella a la que amé me envuelve y amarga toda mi sangre.
El irónicamente dulce recuerdo de la sangre de una loba me ata, sin dejarme respirar apenas. Todas las noches cierro los ojos como lo haría un masoquista, rememorando aquellos momentos dulces antes de la inevitable tragedia. Me castigo con el reproche de una ceguera impuesta por mis sentimientos. La evidente barrera natural que nos separaba desaparecía para mis ojos cuando su belleza se mostraba ante mi. No pude evitar creer en algo que yo conocía incierto. No pude evitar creer que era humana.
Lo anhelaba con tanta fuerza...
Podríamos haber sido felices juntos. Si ella fuese humana, podría haberla transformado. Pero... ella... era... una loba.
Si hubiese visto la evidencia, podría haber desaparecido de su vida sin daño alguno.
Si no hubiese mordido a Aldara.
...
Cuando la mordí, creyendo hacernos bien, creí perderla. Cuando su salvaje sabor me inundó, sólo entonces, supe que la mataría. Por eso bebí mi propia esencia vampírica, llevándome también su sangre. Decicí dañarme para que ella viviese.
Porque yo la amaba. La quería con todo mi ser... Yo la quería...
Guapiño verdad? xD
On: Sangre nueva corre por mis venas, que hace milenios que no tenían un corazón vivo que las alimente. Pero yo, al contrario que mi cuerpo, no estoy saciado. Ninguna de la sangre que robo ahora me parece buena. Ninguna merece compararse con la sangre que me inundó una vez.
La amarga sombre de la desilusión me quema por dentro. Siempre que rodeo con mis brazos el cuerpo de una mujer, el recuerdo de aquella a la que amé me envuelve y amarga toda mi sangre.
El irónicamente dulce recuerdo de la sangre de una loba me ata, sin dejarme respirar apenas. Todas las noches cierro los ojos como lo haría un masoquista, rememorando aquellos momentos dulces antes de la inevitable tragedia. Me castigo con el reproche de una ceguera impuesta por mis sentimientos. La evidente barrera natural que nos separaba desaparecía para mis ojos cuando su belleza se mostraba ante mi. No pude evitar creer en algo que yo conocía incierto. No pude evitar creer que era humana.
Lo anhelaba con tanta fuerza...
Podríamos haber sido felices juntos. Si ella fuese humana, podría haberla transformado. Pero... ella... era... una loba.
Si hubiese visto la evidencia, podría haber desaparecido de su vida sin daño alguno.
Si no hubiese mordido a Aldara.
...
Cuando la mordí, creyendo hacernos bien, creí perderla. Cuando su salvaje sabor me inundó, sólo entonces, supe que la mataría. Por eso bebí mi propia esencia vampírica, llevándome también su sangre. Decicí dañarme para que ella viviese.
Porque yo la amaba. La quería con todo mi ser... Yo la quería...