por Invitado Miér Sep 02, 2009 4:49 pm
- Es bastante simple -comencé- , él estaba esperandome delante de mi puerta.
- ¿No fue él el que te había hecho tanto daño?
- Lo sé, pero... es curioso... pero cuando lo vi a los ojos sólo aprecié culpa y... un amor muy profundo -dije, recreando la sensación de aquella expresiva mirada- . En cuanto lo vi, no pude odiarlo. Lo sigo queriéndo, y él, por lo visto, siente algo por mí.
Elissa sonrió, estaba claro que se alegraba por mí. Y yo se lo agradecía profundamente. La abracé, dándole las gracias por escucharme, por aguantarme. Y por ser mi amiga. Realmente me ayudaba su apoyo.
- Me alegro por vosotros -me dijo entonces ella- , pero los dos sabéis muy bien que esta relación es muy peligrosa.
Yo sólo asentí, seria.
- Lo sé, pero no voy a rendirme por ello.