Llego a casa después de dar un largo paseo por la fraga nocturna. Es increíble la atracción que siento hacia la naturaleza de la noche.
Al asistir a las clases por la mañana, me he dado cuenta de que ningún mounstruo se parece a otro, todos son especiales en su verdadera forma. Suspiro con una sonrisa en los labios, sintiendo la grandiosidad del pequeño mundo que hemos creada a la par que el henorme de los humanos. Cojo la pequeña daga de mi tobillo y la contemplo. Leo la inscripción de su filo, que ya me sé de memoria: "Your nemesis can be your best ally". Conocía bien el inglés, ya que mis orígenes son irlandeses, y me encanta. La inscripción la había encargado mi padre. Mi mejor consejero. No lo olvidaría nunca.
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